La compañía canadiense lo acordó con el gobierno de la provincia, a cambio de no suspender las tareas en la mina. No habrá más cesantías hasta abril de 2014.
La empresa canadiense Barrick Gold acordó el viernes con el gobierno de San Juan despedir a 1.500 empleados del proyecto binacional Pascua Lama, a cambio de no suspender las tareas en la mina. De esta manera, la firma recortará su plantilla de 5.000 empleados a 3.500 hasta abril de 2014, lo que significa un recorte del 30%.
La decisión de la productora de oro más grande del planeta se inscribe en la profunda crisis en la que está sumido el emprendimiento compartido con Chile. En el país vecino, las inversiones debieron suspenderse de manera definitiva luego de que la justicia falló a favor de las comunidades indígenas, que denunciaron a la empresa por ocasionar daño ambiental con las obras. Producto del conflicto, el proyecto también estaba parado del lado argentino.
En noviembre, la empresa informó que planeaba disminuir las actividades de construcción y mantener sólo las que refieren al cumplimiento de las normas ambientales y regulatorias. Eso significó una reducción en los desembolsos de capital.
El plan de Barrick es emplear el número de personas necesarias para las distintas etapas del proyecto, algo que la empresa había adelantado a mediados de año, cuando anunció la recalendarización de trabajos.
Según informaron los funcionarios, el personal que continuará vinculado a la compañía trabajará en obras que incluyen el movimiento y la impermeabilización de suelos, manejo del agua, mantenimiento de infraestructura general y monitoreos ambientales, entre otras tareas. VIA IECO
La empresa canadiense Barrick Gold acordó el viernes con el gobierno de San Juan despedir a 1.500 empleados del proyecto binacional Pascua Lama, a cambio de no suspender las tareas en la mina. De esta manera, la firma recortará su plantilla de 5.000 empleados a 3.500 hasta abril de 2014, lo que significa un recorte del 30%.
La decisión de la productora de oro más grande del planeta se inscribe en la profunda crisis en la que está sumido el emprendimiento compartido con Chile. En el país vecino, las inversiones debieron suspenderse de manera definitiva luego de que la justicia falló a favor de las comunidades indígenas, que denunciaron a la empresa por ocasionar daño ambiental con las obras. Producto del conflicto, el proyecto también estaba parado del lado argentino.
En noviembre, la empresa informó que planeaba disminuir las actividades de construcción y mantener sólo las que refieren al cumplimiento de las normas ambientales y regulatorias. Eso significó una reducción en los desembolsos de capital.
El plan de Barrick es emplear el número de personas necesarias para las distintas etapas del proyecto, algo que la empresa había adelantado a mediados de año, cuando anunció la recalendarización de trabajos.
Según informaron los funcionarios, el personal que continuará vinculado a la compañía trabajará en obras que incluyen el movimiento y la impermeabilización de suelos, manejo del agua, mantenimiento de infraestructura general y monitoreos ambientales, entre otras tareas. VIA IECO
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