Las bajas cifras de recaudación del mes pasado – con un crecimiento del 20,5%, inferior a la inflación- anticipan un fuerte incremento del déficit fiscal que se confirmará hacia fin de este mes cuando se difundan los datos oficiales sobre el estado de las cuentas públicas en mayo.
Y este mayor desequilibrio de las cuentas públicas, según los analistas fiscales, pone en duda la posibilidad de que el Gobierno eleve el tope salarial a partir del cual se paga el impuesto a las Ganancias. Lo mismo ocurre respecto de la actualización de las escalas sobre las que se aplican las alícuotas.
Esa medida -reclamada por los gremios que ven cómo sus afiliados pierden buena parte de los aumentos salariales acordados en las paritarias- implicaría aliviar la presión impositiva sobre los asalariados , ya que muchos dejarían de pagar Ganancias y otros pasarían a pagar menos de lo que están pagando en la actualidad.
Pero la fragilidad fiscal t ambién genera interrogantes sobre la suba de otro tope salarial , que es el que da derecho a cobrar las asignaciones familiares y está fijado en 5.200 pesos. Los trabajadores que cobran más de esa cifra por mes automáticamente dejan de cobrar el salario familiar .
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