Desde ayer, los supermercados porteños empezaron a entregar bolsas verdes y negras en vez de las típicas blancas. Algunos estaban al tanto de la novedad y la aceptaron. Otros se enteraron a la hora de pagar y se resignaron al cambio. Pero más allá de las diferencias, de una u otra manera todos los que estuvieron en el debut de la medida coincidieron en lo mismo: se quejaron porque ahora deben pagarlas en vez de recibirlas gratis como antes.
Desde la Ciudad insisten en que no deben cobrarlas, pero los supermercadistas sostienen que es una manera de desalentar el uso de las bolsas plásticas, que tardan entre 200 y 400 años en degradarse.
La polémica está instalada. Por ahora, las nuevas bolsitas, que son obligatorias por ley, cuestan entre $ 0,15 y $ 0,25 cada una , según el híper o súper donde se hagan las compras.
Pero en el debut el debate no fue el objetivo, sino el costo del cambio. “A mí me parece bien que empecemos a educarnos como ciudadanos, la verdad no sabía, y me enteré acá, recién. Pero no estoy de acuerdo con que haya que pagarlas si hasta ahora no lo hacíamos”, se quejó Alicia, vecina de Barracas. sigue enCLARIN
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