Mientras el Gobierno nacional promociona una canasta de Precios Cuidados navideños para amortiguar el impacto de la inflación en los productos para celebrar las fiestas, la gente implementa sus propios planes para atravesar la crisis. En ese sentido, el uso de la tarjeta de crédito para abonar los alimentos se disparó. Ya en 2013 los bancos habían analizado un plan de beneficios para quienes compraran alimentos con tarjeta. La conducta de los consumidores argentinos tiene un antecedente cercano: en Venezuela aumentó un 90% el uso del plástico para adquirir alimentos y abonarlos en más de un pago.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Otra señal de la alta inflación y otra similitud con la Venezuela de Nicolás Maduro se da en el comportamiento de los consumidores argentinos cuando van al supermercado: cada vez son más los que pagan los alimentos con tarjeta de crédito.
Jorge Colina, economista del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) informó en una entrevista con Cadena 3 que en el último año se disparó el uso del plástico para adquirir productos de la canasta básica. “Si compramos el pan y la mermelada en cuotas, algo no está bien”, advirtió.
“Las consultoras privadas dicen que la inflación es del 40%. Al principio al Indec también le daba alta, pero después fue bajando hasta que llegó al 26%, que también es alta. Es casi cuatro veces más que las de otros países de la zona como Brasil o Chile”, explicó Colina.
“Por eso aparecen los problemas para llegar a fin de mes y surgen datos de que la gente está empezando a pagar alimentos con tarjeta y en cuotas”, reveló.
“Si compramos el pan y la mermelada en cuotas, evidentemente algo no está bien. A la gente no le está alcanzando el sueldo para llegar a fin de mes”, agregó el economista.
Colina reconoció que hay algunas familias que optan por el pago con tarjeta para llevar un mejor control sobre su economía. “El que paga con tarjeta en un solo pago es porque quiere llevar un control, pero el que lleva en cuotas es porque no le está alcanzando el salario”, explicó.
“Antes no se veía que la gente apelara tanto al financiamiento para comprar alimentos. Es como volver a pedirle al almacenero que le fíe”, dijo Colina, al tiempo que concluyó que “la inflación está ganando crecimiento en los hogares”.
El uso de la tarjeta de crédito para comprar alimentos empezó a apreciarse en 2012, cuando algunas compañías empezaron a promocionar sus planes de pago sin interés en las puertas de los supermercados.
Por entonces, según un estudio de la consultora TNS Argentina, el 40% de los argentinos hacía este tipo de operaciones.
En julio pasado, el Universal de Venezuela daba cuenta del aumento exponencial del mismo fenómeno cuando informó que había aumentado 90% el uso de tarjetas de crédito para pagar alimentos.
“Las estadísticas de la Superintendencia de Bancos registran que en el primer trimestre de este año la cantidad de consumos en supermercados y abastos, cancelados con tarjetas de crédito, se ubicó en 14,2 millones, una cifra que supera en 90% a la del mismo lapso de 2013; mientras que en clínicas y farmacias experimentó un incremento de 59% al alcanzar los 5,4 millones”, reveló el matutino venezolano el 14/07 cuando se calculaba que la inflación para 2014 se ubicaría en el 70%.
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