Los origenes del Dia de la Tierra

Todo empezó a fines de los 60, con un senador estadounidense que quería que la temática ambiental tuviera más relevancia a nivel público. Hoy, más de mil millones de personas participan de esta celebración anual. Gracias al primer Día de la Tierra, se lograron aprobar una serie de leyes ambientales. ¿Qué conseguiremos con la campaña de este año?

Gaylord Nelson fue el senador de Wisconsin que dio origen a lo que hoy conocemos como Día de la Tierra. Sin embargo, Nelson no había pensado este nombre, sino que fue adoptado por la prensa y luego por el resto de la sociedad.

Nelson era conocido como el “gobernador conservacionista”, ya que luchaba por preservar los recursos naturales de su estado; Wisconsin. En cuanto llegó al Congreso nacional, se dedicó a convencer a los políticos y líderes de la opinión a dar más importancia al cuidado del medio ambiente. Sin embargo, la tarea no resultó fácil. Así fue que Nelson comenzó a interesarse en caminos alternativos a la política para generar conciencia sobre nuestro entorno natural.

Un método que le llamó particularmente la atención fue el llamado “teach-in”, una forma pacífica de protesta, en la que jóvenes estudiantes se reunían en las sedes de sus universidades y pasaban horas informándose y discutiendo sobre temas en particular. Nelson pensó en hacer muchos de estos “teach-ins” al mismo tiempo, dedicados a la problemática ambiental intentando, no sólo generar conciencia , sino también presionar al gobierno para desarrollar una política acorde.

En 1969, Nelson viajó a Santa Mónica, en el estado de California, y presenció las gravísimas consecuencias generadas por un derrame de petróleo. Esto fue el impulso que le faltaba para decidirse a organizar el primer Día de la Tierra.

Uno de los principales organizadores convocado por Nelson fue Denis Hayes, quien explica que una de las principales ventajas del evento de 1970 fue el hecho de ser bipartidario. La campaña contó con la participación de líderes tanto del partido republicano como del demócrata.

Otra interesante reflexión de Hayes es que el Día de la Tierra es un fenómeno que genera muchísimo consenso y participación, pero con poca profundidad. De ahí la importancia que tiene el apuntar a lograr resultados concretos. Si bien es muy positivo que un número creciente de personas se entere sobre los problemas que aquejan a nuestra Tierra y las iniciativas que hay para solucionarlos, también debemos preocuparnos por la obtención de resultados.

Deberíamos preguntarnos: ¿hacia dónde vamos con esta nueva conciencia ambiental? ¿Cómo haremos para canalizar los deseos de cambio de la sociedad? Volvamos al primer Día de la Tierra, que logró la sanción de leyes de protección de la calidad del aire, del agua, y de especies en extinción. A su vez, ese mismo año se creó la Agencia de Protección Ambiental. Insistimos: ¿Qué lograremos este año?

 Via sustentator