La segunda operadora de telefonía celular del mundo, la británica Vodafone, reconoció hoy que las agencias de seguridad en muchos de los 29 países donde tiene negocios escuchan y graban todas las conversaciones de sus clientes. En un extenso informe publicado hoy, la empresa admitió que los cables secretos que permiten espiar las conversaciones a veces son instalados por ellos mismos.
En 6 de esos 29 países, la ley autoriza que los gobiernos instalen sistemas de acceso directo a las comunicaciones de las operadoras, cuando no son ellas mismas las obligadas a incorporarlos. Vodafone no nombró en qué países había permitido la escucha gubernamental para evitar que sus empleados sean encarcelados.
En 6 de esos 29 países, la ley autoriza que los gobiernos instalen sistemas de acceso directo a las comunicaciones de las operadoras, cuando no son ellas mismas las obligadas a incorporarlos. Vodafone no nombró en qué países había permitido la escucha gubernamental para evitar que sus empleados sean encarcelados.
Estos accesos directos no requieren órdenes judiciales y la empresa no tiene información sobre los clientes que están siendo espiados con más profundidad. Vodafone no opera en Argentina (Chile es el único país de Sudamérica en que opera) pero, como reportó el diario The Guardian, este tipo de espionaje masivo puede ocurrir en cualquier operadora y sin necesidad de justificación.
Según el mismo diario, la tecnología que permite ese acceso suele estar oculta en una habitación cerrada ubicada "en el centro de datos principal o en uno de losswitches": "El personal que trabaja en esa habitación puede ser empleado de la operadora, pero tienen que tener permiso estatal para manejar información confidencial y no están autorizados a charlar sobre ningún aspecto de su trabajo con el resto de la compañía". VIA IECO
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