La oferta de créditos hipotecarios volvió a la góndola de la clase media y media baja, con un menú de propuestas renovado por la introducción de diferentes índices de ajustes y, para el caso de las familias de más bajos ingresos, subsidios explícitos.
Las líneas crediticias que ya están operativas son las de los créditos ajustables mes a mes por la inflación y la flamante línea del Banco Nación, con una tasa fija del 14% por los primeros tres años y luego tasa variable a la par de la variación salarial.
También permanecen, aunque con demanda casi inexistentes, los créditos clásicos en pesos a tasa fija, pero dada la alta inflación y las consecuentesaltas tasas de interés, se hicieron inaccesibles para familias que no demuestren muy altos ingresos.
En estos días irrumpirá la renovada línea de créditos Pro Cre Ar, que a partir de ahora también ajustará su deuda a la par de la UVI pero contempla la posibilidad de otorgar subsidios de hasta 200.000 pesos a las familias que no tengan ingresos o un ahorro suficiente como para acceder directamente a un Pro Cre Ar.
Concretamente, la oferta hoy es esta:
Créditos UVI
Los diseñó el Banco Central a partir de la creación de la Unidad de Vivienda, cuyo valor se ajusta mes a mes a la par de la inflación. Ya lo incorporaron media docena de bancos privados y el Banco Provincia. Se trata de un crédito a un plazo máximo de 15 años ya una tasa de interés que oscila entre el 4,9% y el 5% anual. La cuota inicial resulta sensiblemente más baja que en el resto de las líneas de crédito, pero su monto subirá mes a mes a la par de la inflación.
La ventaja: baja la barrera de ingreso porque se necesitan menos ingresos familiares para cumplir con la relación cuota-ingreso. La lógica detrás de este préstamo es que, en el largo plazo, la inflación y los salarios van a la par, con lo cual durante todo el crédito el monto de dinero destinado a saldar la cuota representa una porción similar de los ingresos.
Créditos Banco Nación
Lo más destacado es que se otorgan a una tasa del 14% anual que permanecerá fija durante las primeras 36 cuotas. Luego la tasa se ajustará a la par de la tasa de fondeo del BNA o el coeficiente de variación salarial. “A nadie le va a aumentar la cuota más de lo que aumente su salario”, dijo el titular del Nación, Carlos Melconian. El plazo máximo será de 20 años.
Créditos tradicionales
Quedaron fuera de pista con la suba de la inflación. Seguramente reaparecerán cuando la inflación baje y los bancos puedan ofrecer tasas que resulten en cuotas accesibles (sobre todo las primeras). Antes de que desaparecieran, llegaron a otorgarse a tasas del 11% anual cuando la inflación rondaba el 6%.
Luego algunos bancos otorgaron líneas con tasa fija los primeros años y luego ajustable por tasa Badlar. El principal atractivo de los créditos a tasa fija es que el deudor puede conocer el valor de cada cuota, de la primera a la última. Pero eso es viable cuando al inflación es baja, de menos del 10% anual.
Créditos Pro Cre Ar
El Gobierno está a punto de relanzarlos. Ahora se podrán conseguir en varios bancos privados y se elimina la instancia del sorteo. Se les dará prioridad a las familias más necesitadas. Y se contempla la posibilidad de otorgar un subsidio explícito que alivie el monto del crédito a tomar y por ende, la cuota, que se ajustará a la par de la inflación, como los UVI.
Serán préstamos a 20 años con cuotas de $5.000, casi como un alquiler. Ese monto es el resultado de una tasa de interés fija y un capital que se ajustaría por la inflación, como el sistema UVI (Unidades de Vivienda). “La mayor parte de los créditos va a ser para comprar inmuebles existentes” dijo el titular de la ANSeS, Emilio Basavilbaso.
“Se establecerá un sistema de puntaje tal que las familias que más lo necesitan, puedan acceder a la vivienda” La idea es que califiquen aquellas familias que perciban “entre dos o cuatro salarios mínimos”, estos es entre $15.000 y $30.000 mensuales.
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