El dueño de Casino Club está jugando su mano más fuerte para quitarle el control de los casinos flotantes a la empresa española, de la cual es socia por mitades. Los empleados aseguran que Cristobal López fogonea el conflicto de reencuadramiento sindical, cerró el complejo y asfixia a CIRSA, que pierde un millón de pesos por día. DAVID CAYON
El empresario kirchnerista del juego Cristobal López apostó todas sus fichas para quedarse con el manejo de los dos barcos-casino amarrados en el puerto de Buenos Aires. Primero logró, a través de gestiones del Gobierno nacional, entrar en el negocio de los barcos a través de una Unión Transitoria de Empresas con la española CIRSA. Y ahora, aplicando la estrategia del líder de la CGT, Hugo Moyano, desde hace 17 días aviva un conflicto por el encuadramiento de 1.500 empleados afiliados al sindicato del juego (Aleara) para que sean traspasados al de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), entidad afín a sus intereses.
A pesar de que existen dos fallos judiciales que justifican el encuadre de los croupier del barco en Aleara, el SOMU, con la anuencia de Cristóbal López, inició un paro el pasado 2 de mayo durante el cual entregó un petitorio que en el punto cuarto exige “el reencuadramiento de la totalidad de los empleados de Casino Puerto Madero en el sindicato de Obreros Marítimos Unidos”.
López, quien tiene línea directa con el presidente Néstor Kirchner y cualquiera de sus funcionarios, como es el caso del Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se propone desgastar a la compañía española CIRSA, cuyo presidente, Manuel Lao, tiene muy mala relación con los Kirchner, para que se desprenda del management de los barcos, como preludio del abordaje final. Este desgaste viene acompañado de una asfixia económica, ya que mientras las tragamonedas de Casino Club en el Hipódromo de Palermo funcionan las 24 horas, los siete días de la semana, los casinos flotantes pierden alrededor de un millón de pesos diarios.
Mañana, a las 9, Daniel Amoroso, diputado porteño por el PRO y titular de Aleara, recibirá a la comisión sindical de Casino Puerto Madero que le exigirá el llamado a un paro nacional y, en especial, que el llamado sea dirigido a los afiliados que trabajan en cualquiera de las dependencias de Casino Club. A pesar de que el conflicto lleva bastante tiempo, Amoroso y su sindicato han preferido quedarse al margen.
“Nosotros no estamos de paro, esto es un lock out patronal; cerraron las instalaciones y no podemos entrar, y nos coaccionan diciéndonos que nos van a descontar los días”, aseguró a PERFIL Pablo Conti, croupier y delegado. Para Conti, pasar al SOMU significaría “una precarización muy importante, y por otro lado López se aseguraría 4 o 5 años de tranquilidad sindical ya que estaríamos en un sindicato adicto a López”, sentenció.
Los empleados ya amenazan con escraches a Cristóbal López, y a Amoroso, y con la toma de las dos embarcaciones de Puerto Madero. via: DiarioPerfil.com.ar
A pesar de que existen dos fallos judiciales que justifican el encuadre de los croupier del barco en Aleara, el SOMU, con la anuencia de Cristóbal López, inició un paro el pasado 2 de mayo durante el cual entregó un petitorio que en el punto cuarto exige “el reencuadramiento de la totalidad de los empleados de Casino Puerto Madero en el sindicato de Obreros Marítimos Unidos”.
López, quien tiene línea directa con el presidente Néstor Kirchner y cualquiera de sus funcionarios, como es el caso del Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se propone desgastar a la compañía española CIRSA, cuyo presidente, Manuel Lao, tiene muy mala relación con los Kirchner, para que se desprenda del management de los barcos, como preludio del abordaje final. Este desgaste viene acompañado de una asfixia económica, ya que mientras las tragamonedas de Casino Club en el Hipódromo de Palermo funcionan las 24 horas, los siete días de la semana, los casinos flotantes pierden alrededor de un millón de pesos diarios.
Mañana, a las 9, Daniel Amoroso, diputado porteño por el PRO y titular de Aleara, recibirá a la comisión sindical de Casino Puerto Madero que le exigirá el llamado a un paro nacional y, en especial, que el llamado sea dirigido a los afiliados que trabajan en cualquiera de las dependencias de Casino Club. A pesar de que el conflicto lleva bastante tiempo, Amoroso y su sindicato han preferido quedarse al margen.
“Nosotros no estamos de paro, esto es un lock out patronal; cerraron las instalaciones y no podemos entrar, y nos coaccionan diciéndonos que nos van a descontar los días”, aseguró a PERFIL Pablo Conti, croupier y delegado. Para Conti, pasar al SOMU significaría “una precarización muy importante, y por otro lado López se aseguraría 4 o 5 años de tranquilidad sindical ya que estaríamos en un sindicato adicto a López”, sentenció.
Los empleados ya amenazan con escraches a Cristóbal López, y a Amoroso, y con la toma de las dos embarcaciones de Puerto Madero. via: DiarioPerfil.com.ar
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