Claves para entender la polémica sobre el nuevo Código Penal
Apenas Cristina Kirchner terminó su discurso en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, Sergio Massa enfrentó a los periodistas y dio inicio a una polémica que parece será extensa. La Presidenta confirmó que el Gobierno buscará aprobar este año el nuevo Código Penal y el diputado del Frente Renovador lanzó enseguida una “campaña nacional” contra una normativa que, según dijo, “beneficia a los delincuentes”.
Hasta ahora lo que se conoce del nuevo Código Penal es el anteproyecto que llegó a manos de Cristina Kirchner y que fue elaborado por una comisión dirigida por Raúl Zaffaroni e integrada por Ricardo Gil Lavedra (UCR), Federico Pinedo (PRO), la ex diputada María Elena Barbagelata (FAP) y León Arslanian. Pero las dudas son mucho más grandes de lo que se difundió.
¿Por qué se quiere reestructurar el Código Penal?
De acuerdo al decreto 678/2012, por el cual se conformó la comisión mencionada anteriormente, el Gobierno sostiene que las disposiciones del actual Código -sancionado en 1921- han sido “afectadas” por las múltiples modificaciones que se aplicaron durante noventa años. “La coherencia originaria de las disposiciones del Código se ha visto afectada, a la vez que se ha alterado el equilibrio y la proporcionalidad que deben guardar entre sí las escalas penales de los distintos delitos”, sostiene la norma.
“La excesiva actividad reformadora en materia penal también ha dado lugar a la adopción de una diversidad de normas represivas especiales no integradas al Código Penal, circunstancia que implica un alejamiento del mandato expreso de codificación contenido en el inciso 12 del artículo 75 de la Constitución Nacional, a la vez que obstruye la sistematicidad del régimen punitivo y, en definitiva, pone en cuestionamiento la vigencia del principio general del derecho que dispone que la ley se presume conocida”, agrega el decreto.
¿Cómo nació el proyecto de reforma?
En el año 2004, el Ministerio de Justicia creó una comisión dedicada a “la elaboración de un proyecto de ley de reforma y actualización integral del Código”. De acuerdo al mencionado decreto, académicos trabajaron durante dos años para la creación de un anteproyecto, “pero el propósito reformador no pudo concretarse”. Es por eso que el 7 de mayo de 2012 se creó una nueva comisión.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
El 12 de febrero pasado la comisión presidida por Zaffaroni entregó a Cristina el anteproyecto. Desde ese momento, la Secretaría de Legal y Técnica y el Ministerio de Justicia están trabajando en “correcciones” y “modificaciones” del texto que la Rosada enviará al Congreso. Todavía no está claro cuándo llegará al Parlamento o si habrá una instancia de discusión previa. En el oficialismo creen que el debate podría darse en el segundo semestre del año.
¿Cuáles son los cuestionamientos de la oposición?
En el massismo afirman que el nuevo texto establece que el 82 por ciento de los delitos son excarcelables y que el 86 por ciento permitiría la suspensión del juicio a prueba. Además, sostienen que 146 delitos bajarían las penas, entre los que se destacan los homicidios agravados, torturas, secuestro, trata de menores, violación agravada, robo con armas, contrabando, tráfico de drogas y asociación ilícita, entre otros.
“Este código elimina la reincidencia, la reclusión y la prisión perpetua, la peligrosidad como agravante, crea innumerables atenuantes, prevé 6 penas alternativas de cumplimiento fuera de la prisión, le da amplias facultades al juez para reemplazar la pena de prisión, bajar el mínimo o directamente eximir de pena al delincuente, establece la caducidad de los registros de sentencias condenatorias, limita la persecución fiscal a la existencia de denuncia en casos tan comunes como el hurto o el robo con violencia”, cuestionó el Frente Renovador.
¿Se eliminan las condenas a perpetua?
Uno de los planteos de los opositores al nuevo Código es la desaparición de las condenas a perpetua, un punto sobre el que se diferenció uno de los autores del anteproyecto, Federico Pinedo. Zaffaroni argumentó que “la pena perpetua nunca existió en la Argentina” y Gil Lavedra dijo que “es un estándar en derecho internacional que las cadenas perpetuas son inhumanas y no existen en nuestro derecho positivo actual”.
¿Qué dice Zaffaroni sobre la eliminación de las reincidencias?
En una entrevista con Página 12, el juez de la Corte sostuvo que “la prisión preventiva y las excarcelaciones son cuestiones que regulan los códigos procesales penales y no el Código Penal (…) Los códigos procesales son provinciales”. El magistrado recordó que el Congreso de la Nación “sólo puede legislar en materia excarcelatoria para el Código Procesal federal, pero no para los delitos del orden común, que los juzgan las Justicias provinciales”. Gil Lavedra, por su parte, argumentó en una nota con Clarín que “con la reincidencia se trata de castigar a una persona por lo que hizo y no por lo que es”.
¿Disminuirán las penas por delitos graves?
Un texto difundido por el Frente Renovador explica detalladamente (ver adjunto aparte) las bajas de penas en veinte delitos graves. Por ejemplo, el escrito sostiene que “quien mata a su mujer, el asesino a sueldo o el que mata con ensañamiento, verían reducida la pena que les correspondería hoy de acuerdo al código vigente”.
Gil Lavedra sostuvo que “lo que hay es una armonización, con penas que suben, nuevos delitos y otras que bajan, pero no escandalosamente”. Esa “armonización” se basa en los desequilibrios que produjeron las sucesivas modificaciones al Código, como por ejemplo con la “reforma Blumberg”. Por su parte, Manuel Carles, coordinador de la Comisión, señaló que “en la mayoría de los casos se mantienen las escalas penales vigentes, y son más las que se aumentan que las que se reducen”.
¿Qué pasará en el Congreso?
Hasta ahora, el único bloque que ha manifestado su total oposición al proyecto es el Frente Renovador. Otros bloques opositores como la UCR, el PRO y el FAP han cuestionado aspectos como la eliminación de la reincidencia o la baja de penas. Es por eso que en las últimas horas se comenzó a especular con que el Poder Ejecutivo pueda adoptar esos pedidos para conseguir un consenso más amplio. De todos modos, hasta quienes conformaron la comisión desconfían de las “correcciones” que hará el Gobierno. “El kirchnerismo no es confiable”, dijo hoy Pinedo.
El kirchnerismo en la Cámara de Diputados tiene una ajustada mayoría y una enorme dependencia de los aliados. La generación de un debate similar al que se produjo con la denominada “Reforma Judicial” y en un bloque con una conducción debilitada, podría dejar al Gobierno al borde de una derrota. Es por eso que se maneja la alternativa de aceptar modificaciones o retrasar el envío del proyecto hasta que se calmen las aguas.
VIA LPO
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