Una empresa confesó en EE.UU. que sobornó a aduaneros argentinos para subvaluar sus artículos y a médicos para que los prescribieran. Ahora la justicia argentina busca los nombres de los sobornados.
¿Cómo puede ser que una empresa importó una prótesis a solo 230 dólares y luego una obra social terminó pagándola casi 20 mil dólares? La respuesta está en el oscuro circuito de importación de prótesis que funcionaba más o menos así. Empresas del sector, como la norteamericana Biomet, pagaron sobornos a funcionarios de Aduana para entrar el producto subvaluado y médicos de hospitales u obras sociales recetaron poner únicamente la prótesis de esa marca. Es así, a cambio del 15 ó 20 por ciento del
valor del producto.
El funcionamiento de ese circuito de sobornos en la Argentina, que, por lo menos, existió entre el 2000 y el 2008, fue confesado por Biomet ante el gobierno y la justicia de los EE.UU.
La investigación la realizó la Comisión Nacional de Valores de EE.UU. (SEC, en inglés) que aplicó la ley que penaliza a empresas norteamericanas por pagar sobornos en el exterior.
Para evitar una condena penal, Biomet, que cotiza en Wall Street, aceptó pagar una multa de 23 millones de dólares a la SEC. La SEC (Ver www.sec.gov) informó que en una auditoría interna de Biomet se estableció que los abogados de la empresa en argentina descubrieron “certificados de registro fraudulentos y el soborno de funcionarios de aduanas y médicos ... ” para el negocio con las prótesis. La mayoría son prótesis de cadera o rodilla y espaciadores, las más utilizadas para accidentados de la tercera edad.
Al principio, Biomet pagaba los sobornos a algunos traumatólogos y médicos de otras especialidades con capacidad de decidir qué prótesis usar camuflándolos en su contabilidad como “honorarios de consultoría o comisiones”. Pero por problemas impositivos luego pasó a rotularlos como “gastos comerciales o de marketing”. En la casa central en EE.UU. se guarda “una lista” con los nombres de médicos u “operations managers” que cobraron los sobornos.
El informe de la SEC señala que en el 2008 se pagaron “436 mil dólares” en sobornos. Ese año Biomet cerró su sucursal local pero sigue vendiendo prótesis a través de intermediarios. En la base de datos de la Aduana los precios de importación de prótesis de los últimos años no superan los 400 dólares. Sin embargo, organismos públicos u obras sociales pagaron precios muy superiores a ese “techo”.
Ese sobrecosto era por los sobornos. Biomet cometió la misma práctica en Brasil y la India. “En febrero 19 de 2008, un empleado de Biomet Argentina también envió una lista de pagos efectuados a los médicos por parte del Director General de Biomet Argentina”, dice la denuncia de la empresa presentada ante la SEC y a la que accedió Clarín en exclusiva. Más adelante, el informe de Biomet puntualiza que “en marzo de 2008, Director General de Biomet Argentina reportó nuevamente los pagos a los cirujanos….., pero no fueron hechos los esfuerzos suficientes para detener esta práctica”.
“El 7 de agosto de 2008, el Gerente de Finanzas y Administración de Biomet Argentina envió un informe financiero de la Argentina a Indiana, que refleja las comisiones 15-20% en atención a los cirujanos, a operations manager y otros”, agrega con detalles aunque sin dar nombres.
En base a una breve nota de Clarín del 27 de marzo sobre el caso, la ex interventora del PAMI, ex ministra de Salud y diputada de UDESO Graciela Ocaña presentó la confesión de Biomet ante el juez federal Marcelo Martínez Di Giorgi y pidió que se investigue quiénes cobraron las coimas en la Aduana, el PAMI, hospitales
públicos y obras sociales. El fiscal del caso ya hizo el requerimiento de instrucción correspondiente y ahora la justicia argentina tratará de pedir a Biomet esa lista con los nombres de los sobornados que guarda en su sede central en los EE.UU. Mientras tanto, Ocaña ratificará pasado mañana su denuncia ante Martínez Di Giorgi.
Además, la investigación de la SEC abrió un debate en la Argentina entre el dirigente de los visitadores médicos, José Charreau, y uno de los miembros de la comisión de ética de la asociación de traumatólogos, Salomón Schächter, sobre si el pago de coimas por las prótesis es una práctica común. Los médicos aceptan que reciben “atenciones”, como viajes a congresos, pero no coimas via Clarin
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