Salud
Lo asegura una investigación inglesa en base a datos de más de medio millón de personas de Estados Unidos, Europa y Australia. También podría influir en el desarrollo de enfermedades coronarias.
Las largas jornadas laborales suponen un grave peligro para la salud y podrían aumentar el riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular (ACV), según una investigación publicada en la revista especializada The Lancet.
Se trata de un meta-análisis en el que se revisaron 25 estudios previos que reúnen datos de más de medio millón de personas de Estados Unidos, Europa y Australia. El trabajo concluyó que para quienes trabajan 55 horas o más a la semana el riesgo de sufrir un ACV es de una a tres veces mayor que para aquellos que tienen menor carga horaria. También se incrementan las chances de sufrir enfermedades coronarias, pero en menor medida.
Se trata de un meta-análisis en el que se revisaron 25 estudios previos que reúnen datos de más de medio millón de personas de Estados Unidos, Europa y Australia. El trabajo concluyó que para quienes trabajan 55 horas o más a la semana el riesgo de sufrir un ACV es de una a tres veces mayor que para aquellos que tienen menor carga horaria. También se incrementan las chances de sufrir enfermedades coronarias, pero en menor medida.
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El equipo dirigido por Mika Kivimäki, del departamento de Epidemiología y Salud Pública del University College London, tomó como referencia una jornada laboral promedio de entre 35 y 40 horas semanales para comprobar cómo afectaba el aumento de horas de trabajo al riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular.
Los científicos comprobaron como en una jornada laboral de 41 a 48 horas semanales el riesgo asociado se incrementaba en un 10%; mientras que trabajar de 49 a 54 horas a la semana aumentaba el peligro hasta el 27 %; y hacer más de 55 horas suponía multiplicar el peligro hasta tres veces.
El equipo dirigido por Mika Kivimäki, del departamento de Epidemiología y Salud Pública del University College London, tomó como referencia una jornada laboral promedio de entre 35 y 40 horas semanales para comprobar cómo afectaba el aumento de horas de trabajo al riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular.
Los científicos comprobaron como en una jornada laboral de 41 a 48 horas semanales el riesgo asociado se incrementaba en un 10%; mientras que trabajar de 49 a 54 horas a la semana aumentaba el peligro hasta el 27 %; y hacer más de 55 horas suponía multiplicar el peligro hasta tres veces.
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“Estos hallazgos sugieren que se debería prestar más atención a la gestión de los factores de riesgo vascular en los individuos que trabajan largas horas”, concluyeron los investigadores. Las jornadas extendidas también se predisponen al desarrollo de enfermedades o incidentes coronarios, pero en comparación con el riesgo de ACV esa asociación es más débil, aclararon.
Kivimäki afirmó que "la puesta en común de los estudios previos disponibles" les permitió "investigar la relación entre trabajar muchas horas y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares con una precisión sin precedentes".
“Estos hallazgos sugieren que se debería prestar más atención a la gestión de los factores de riesgo vascular en los individuos que trabajan largas horas”, concluyeron los investigadores. Las jornadas extendidas también se predisponen al desarrollo de enfermedades o incidentes coronarios, pero en comparación con el riesgo de ACV esa asociación es más débil, aclararon.
Kivimäki afirmó que "la puesta en común de los estudios previos disponibles" les permitió "investigar la relación entre trabajar muchas horas y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares con una precisión sin precedentes".
Para explicar la relación entre las largas jornadas de trabajo y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, los autores apuntaron algunos factores relacionados: el estrés, el sedentarismo (ya que no queda tiempo para la actividad física), y el consumo de alcohol, entre otras.
Urban Jarlert, investigador de la Universidad Umea de Suecia y coautor del estudio, alertó que trabajar muchas horas no es una "negligencia insignificante" e insistió en la necesidad de una legislación que regule las horas máximas de las jornadas de trabajo.
Jarlert explicó que, dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Turquía es el país donde las jornadas laborales son más largas con el 43% de la población trabajando más de 50 horas semanales, en contraste con Holanda, donde sólo el 1% dedica a su empleo esa cantidad de tiempo.
VIA CLARIN
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