El 18 de julio de 1994 un "coche-bomba" destruyó la sede de la mutualista AMIA en el barrio porteño de Once, con un saldo de 85 muertos y cientos de heridos. La Justicia de Argentina atribuyó a Irán y a Hizbulá la planificación y ejecución de este atentado, y pidió la captura internacional de varios funcionarios iraníes.
"Estamos convencidos que nuestros mayores enemigos son el paso del tiempo y la impunidad, pero también el olvido", asegura la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en un comunicado distribuido a los medios a propósito de la conmmemoración.
Asimismo, la mutual creó el "Pan de la Memoria", con el cual aspiran a incentivar el recuerdo del atentado, ocurrido dos años después del ataque a la embajada de Israel en Buenos Aires, el 12 de marzo de 1992, en el cual murieron 29 personas.
"Bajo el concepto "Alimentemos la memoria", la propuesta es instalar una nueva tradición: que todos los años se vuelva costumbre hacer, comer y compartir este pan durante la semana del 18 de julio, como una manera distinta de homenajear a quienes fallecieron en el atentado y de honrarlos a través de un símbolo de unión", aseguran de la entidad.
Otro de los eventos programados por Amia para conmemorar el atentado fue el sexto Encuentro del Foro de Parlamentarios Latinoamericanos en Buenos Aires, en el que unos 40 parlamentarios de nueve países de Suramérica debatieron "sobre legislación contra el terrorismo que permita consolidar la convivencia pacífica y defender a sus ciudadanos del terrorismo", según indicaron los organizadores en un comunicado.
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