De enero a mayo, la tasa de ocupación promedio en los vuelos internacionales de las aerotransportadoras brasileras alcanzó el nivel más elevado desde el año 2000, cuando comenzó la serie histórica de la Agência Nacional de Aviação Civil (Anac).
En promedio, los aviones decolaron con cerca de 80% de los asientos ocupados en los primeros 5 meses del año, superando el 78% de 2011 y el 75% de 2006, pese a que en mayo la demanda cayó respecto a los meses anteriores. De acuerdo al consultor Allemander Pereira, la caída fue por el nuevo nivel de cotización del dólar.
Las compañías aéreas cuidan con esmero sus operaciones a causa del elevado precio del combustible. Está prohibido volar con menos de los asientos cubiertos necesarios para ganar dinero. Todavía intentan recuperarse de las pérdidas de 2011, cuando TAM y Gol perdieron, juntas, casi US$ 500 millones.
"Las empresas son cautelosas porque el mercado internacional está muy complicado y es fácil perder dinero", dijo Pereira.
En ese contexto, Gol tiene nuevo presidente: Pablo Kakinoff, de 37 años, llegado desde la automotriz Audi, quien dijo que el ajuste ya pasó y negó la venta de la compañía.
La invitación de Constantino de Oliveira Jr., accionista controlante de la compañía, a Kakinoff para presidir la Gol, sorprendió al mercado: desde hace 19 años que el ejecutivo se especializa en la industria automotriz. Desde 2009, Kakinoff era el presidente de Audi Brasil (Volkswagen). Ahora emprende un desafío de características diferentes, más allá de que siempre el objetivo será ganar dinero.
Kakinoff llega en un momento en que Gol acaba termina una reestructuración que incluye reducción de vuelos, de flota y de 2.500 empleados. Es decir, el proceso más difícil para la recuperación de la compañía ya fue ejecutado. Le corresponderá él apurar los resultados de la empresa para obtener beneficios.
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