Brasil dispone de 70.000 millones de dólares hasta 2015 para integrar su industria de guerra y salir a exportar. Para eso el gobierno de Dilma Rousseff se dispone a subsidiar, mediante desgravaciones impositivas y financiaciones blandas, la formación de grandes consorcios empresariales que produzcan armamentos y equipos para la defensa en el país. La única condición es que el control accionario de esos mega grupos esté en manos brasileñas.
La apuesta, según afirman en los niveles oficiales, es estimular los grandes conglomerados de esa industria en Brasil que tengan capacidad para abastecer la demanda interna y resto para exportar hacia la región. De acuerdo al texto de un decreto, que reglamenta una ley sobre contrataciones para defensa votada en marzo último, estos grandes consorcios tendrán ventajas en las licitaciones y condiciones especiales de financiación . todo en Clarin
No hay comentarios.:
Publicar un comentario