La improvisada medida del Gobierno nacional de enviar a 4.500 gendarmes al Conurbano bonaerense para redoblar la seguridad hasta las elecciones, derivó en las pésimas condiciones en las que viven los efectivos del Operativo Centinela, de acuerdo a lo que denunciaron en las últimas horas familiares y ex integrantes de la fuerza.
La foto que acompaña esta nota es concluyente. Decenas de efectivos durmiendo hacinados en un pasillo, prácticamente apilados. La escena se repite en todas las localidades donde fueron enviadas los gendarmes, que no tienen la posibilidad de alquilar viviendas debido a que los propietarios les exigen el pago adelantado de 3 meses y sólo estarán 45 días.
Raúl Maza, que ganó notoriedad en las protestas del año pasado y luego fue despedido de la fuerza, denunció que “la inoperancia y la improvisación” del Gobierno “genera múltiples problemas”. El ex gendarme indicó que los efectivos “tienen que higienizarse, alimentarse y descansar en los vehículos”, al tiempo que no se les respeta el tiempo de descanso. Además de los autos, muchos duermen amontonados en pasillos o clubes. TODO EN LPO
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