LPOLa enormidad del déficit reabrió el debate sobre las medidas a tomar. Quieren gradualismo.
DyN
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, durante la jura de sus funcionarios.
El jueves durante buena parte de la interminable sucesión de actos, juras y recepciones que encabezó Mauricio Macri al asumir su gobierno, en la mayor discreción se llevaba adelante una de las tareas más delicadas de la nueva gestión: Determinar el tamaño real del déficit heredado.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, reunió a su equipo con la consigna imperiosa de tener una foto lo más precisa posible de la real dimensión del déficit que dejaba Cristina Kirchner.
El diagnóstico no pudo ser más desolador. El número superaba por mucho los 7 puntos del PBI anunciado oficialmente y que algunos economistas estiran hasta el 8 por ciento. “Es mucho, pero mucho más que eso”, afirmó a LPO una fuente del macrismo.
De hecho, en la reunión de esta sábado de los gobernadores con Macri en Olivos, uno de los mandatarios lo cruzó cuando hablaban de las obras por hacer: “Prat Gay comentó que el déficit sería mucho más alto del 7 por ciento”, le preguntó. Un pesado silencio se apoderó de la sala y Macri optó por no responder.
La situación es tan crítica que desarmó todos los planes del equipo económico. De hecho, estiman que reducirlo a niveles de economías sustentables, les llevará prácticamente todo el mandato de Macri.
Por eso, todo vuelve a estar en discusión y hasta el crédito puente negociado con bancos internacionales por el secretario de Finanzas, Luis Caputo, para recomponer reservas y que podría rondar los 7000 mil millones de dólares, quedó chico. “Encima de no resolver casi nada, nos grava el déficit con más deuda”, reconoció otra de las fuentes consultadas.
El camino natural es hacer un ajuste, pero como reveló LPO, ese sendero que ya resultaba incómodo para Prat Gay y es desaconsejado al menos para la etapa inicial por el asesor presidencial Jaime Durán Barba, por el tamaño del déficit encontrado, se volvió explosivo y se decide abordarlo en toda su magnitud.
Por otro lado, los mercados en las últimas dos ruedas ya dieron señales muy claras de su molestia por la indefinición del equipo económico y suena muy arriesgado que el nuevo gabinete arranque la semana próxima sin anunciar medidas de fondo. Sólo entre jueves y viernes se perdieron casi 500 millones de dólares de reservas.
El tamaño del problema, paradójicamente, lejos de presionar hacia un regreso a la política de shock, motivó a Prat Gay y su equipo a analizar la posibilidad de extender aún más el gradualismo que insinuó hoy Macri a los gobernadores, cuando habló de una “tendencia” hacia el cambio único. Es decir, la pregunta del millón por estas horas es si esta semana Prat Gay concretará la tan anunciada devaluación.
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