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31 de agosto de 2014

Las 20 prácticas habituales de los jefes que más desmotivan.


Horario laboral.

·         Más horas de las debidas. Alargar el horario en exceso, aunque se remuneren todas las horas extras.

·         Poca flexibilidad. Pedir flexibilidad de horario cuando el trabajo l requiere, y poner mala cara cuando un empleado pide flexibilidad de horario para cuestiones personales.

·         Ser impuntual. Tanto con los horarios como con la agenda profesional: citas reuniones, plazos de proyectos o trámites…

·         Demasiado control. Vigilar la hora de entrada y salida de los empleados y lo que tardan en tomar el almuerzo.

·         Marcar su propio horario. Organizar una reunión cuando falta media hora para salir. También desmotivan los jefes que se fabrican su propio horario y que exigen a sus colaboradores que, además de haber cumplido el suyo, estén localizables cuando él está en la oficina.

Falta de reconocimiento profesional.

·         Desconfianza. Exceso de control en lo que hace cada trabajador, pese a que los resultados de esa persona sean buenos.

·         Poner siempre la guinda. Dar el toque personal a todo lo que hacen los empleados y poner "peros" sólo para demostrar quién tienen la última palabra.

·         Falta de consideración. No dar muestras de agradecimiento explícitas por los esfuerzos extras que realizan los empleados.

·         Valoraciones injustas. Desdeñar las dificultades que se plantean al ejecutar una tarea y pensar que son simples excusas del empleado para hacerse la víctima.

·         Desequilibrio personal. Permitir que el estado de ánimo personal influya en exceso en las relaciones profesionales; sobre todo, si se trata de descargar el mal humor.

·         Favoritismos y manías. Dejar que la simpatía o antipatía personal hacia determinadas personas se transfiera a las relaciones laborales e, incluso, promover la creación de bandos: los que son de mi cuerda y los que no.

·         Ser jefe sólo para lo bueno. Cuando se producen errores, algunos jefes escurren el bulto, no asumen la responsabilidad y echan la culta al de abajo.

·         Indiferencia. No preocuparse nunca por el estado de ánimo de sus empleados o por su situación personal concreta.

·         Promover el peloteo. Quedar siempre por encima de todo el mundo, sea subordinado o no.

Incapacidad para la comunicación.

·         Puertas cerradas. Tener siempre la puerta del despacho cerrada para mantener las distancias.

·         El patio, en orden. Prohibir hablar a los empleados entre sí para evitar que pierdan tiempo.

·         No permitir que se ponga música. Porque, según su particular punto de vista, distrae la atención del trabajo.

·         Demostraciones de poder. Dar órdenes que se tienen que aceptar "porque sí" y no favorecer la participación de los subordinados.

·         Falsa democracia. Asegurar que todo el mundo pueda expresar su opinión, pero luego tomar nota de quienes no piensan igual que él.

·         Cazar al culpable. Montar broncas sin dar posibilidad al empleado para que se explique o castigar sin investigar las causas que han generado el citado problema.
  
Así influye la actitud de los jefes.

Los comportamientos de los empleados en el lugar de trabajo tienen en muchas ocasiones una relación directa con las formas de dirigir de los jefes.

 ComportamientoInfluencia
Talante positivo
  • Dirige, administra, forma, aconseja.
  • Respeto, obediencia, adhesión
  • Ayuda, sostiene, decide por su bien, tutela
  • Confianza, aceptación, benevolencia y, en el lado negativo, indolencia
  • Da su acuerdo, coopera, actúa con amistad hacia el empleado
  • Ayuda, afecto, gentileza, bondad
  • Respeta, da entera confianza, admira, pide ayuda
  • Apoyo y colaboración, aunque también burla o conmiseración.
Talante negativo
  • Arrogancia, liderazgo excesivo, luchas por el poder
  • Actúa con timidez y obedece a pie juntillas a sus superiores
  • Represalias, rechazo, críticas a los empleados
  • Se irrita, es muy prudente, manifiesta escepticismo, oposición al poder superior y agresividad hacia el sistema
  • Ataca, sanciona, actúa con dureza, critica.
  • Hostilidad, resistencia, rebelión, revancha
  • Explota, reniega, rechaza, rehusa, es sistemáticamente negativo
  • Desconfianza, temor, sentimiento de inferioridad, neurosis.
 Barómetro para detectar que algo va mal en el trabajo.

Algo va mal en la oficina. Estos son algunos de los síntomas que delatan que el clima laboral está enrarecido:

·         Formación de dos bandos entre los que hay ciertas tensiones.

·         Cumplir a rajatabla con el horario y no estar dispuesto a regalar a la empresa alguna hora más en caso de necesidad.

·         Mostrar apatía por todo lo relacionado con la empresa y sus resultados.

·         Que la sana competencia entre cargos intermedios se convierta en una rivalidad abierta. 

·         El empleado comienza a hacer su trabajo mecánicamente; le ha podido la rutina. 

·         Retrasos constantes en la hora de llegada.

·         Broncas entre los compañeros como el tabaco, el tipo de música, etc.



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