En medio del conflicto con el gremio de técnicos aeronáuticos, el Ejecutivo decidió crear la Dirección General de Control de Tránsito Aéreo, que dependa de la Fuerza Aérea y quitar esa potestad a la ANAC.
El Gobierno transfirió las funciones de control de los servicios de navegación aérea a la Fuerza Aérea Argentina, en medio del conflicto con el gremio de técnicos aeronáuticos, al que varios funcionarios acusaron de hacer un "paro extorsivo" en Aerolíneas Argentinas.
Por medio del decreto 1840, la presidenta Cristina Fernández ordenó crear la Dirección General de Control de Tránsito Aéreo en el ámbito de la Fuerza Aérea, para concentrar allí las tareas de control aéreo que dependían hasta ahora de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
El secretario general de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, calificó esta mañana de "incapacidad para resolver los problemas" el traspaso de los controladores aéreos a la órbita de la Fuerza Aérea.
"Sería un retroceso darle a los militares el control de la aviación civil. Uno de los logros de Néstor Kirchner (cuando gobernó) es haber unificado toda la aviación en un solo organismo y que dependiera de civiles", remarcó Cirielli, en declaraciones por Radio Mitre.
Cirielli también criticó la decisión de Aerolíneas Argentinas de suspender el sábado los vuelos internacionales, al sostener que "nos acusa de algo que no hicimos, no estamos de paro" y la adjudicó al malestar del directorio de la compañía porque el gremio reclamó que "haga la inversión comprometida".
"La propia compañía suspende los vuelos internacionales, solamente. Es sospechoso todo esto, es sospechoso que salga el ministro de Trabajo (Carlos Tomada) a hacer el mismo papel que hizo Patricia Bullrich en 2001, a querer quitarnos la personería gremial cuando lo que estamos pidiendo nosotros son inversiones, defendiendo la vida de los pasajeros", prosiguió.
El sindicalista remarcó que "estamos entre las cinco mejores empresas del mundo en cuestiones de seguridad. Esto es debido a los trabajadores, no a la gestión ni de Marsans, ni de Iberia ni de (el actual presidente de la compañía, Mariano) Recalde".
Consultado sobre si los aviones preparados para vuelos internacionales estaban el sábado en condiciones de salir, Cirielli contestó: "Claro. El sábado a la mañana habían salido siete vuelos. Algunos quedaron pendientes para otros turnos de trabajo. El sábado los compañeros nuestros me dijeron que cuando se enteraron por la radio que se habían cancelado todos los vuelos, se sorprendieron".
"No sé por qué el Gobierno nos acusa de algo que no hicimos. No estamos de paro. Salieron a acusarnos a nosotros porque hace quince días le enviamos una nota a Mariano Recalde pidiéndole que haga las inversiones comprometidas en el área técnica que aún no se hicieron", añadió.
via Clarin
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