LPOEn febrero comenzará el proceso de cierre del predio y el traslado de unos 2500 animales.
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Un mono que ya no deberá sufrir el encierro en pleno Palermo.
El gobierno porteño iniciaría en febrero el proceso de cierre del Zoo de Palermo, con el traslado de los numerosos animales que conviven allí de manera sospechosa.
Según anticipó el portal Apertura.com, el cierre del predio, ubicado en Avenida Sarmiento y Las Heras, tendrá un proceso que demandará algún tiempo. En el gobierno porteño dijeron a LPO que a corto plazo no hay ninguna definición y que el Ejecutivo está analizando el destino del Zoo, una tarea que definieron como compleja.
La concesión de la empresa Jardín Zoológico S.A. que expira en 2017 le genera al Gobierno porteño un canon mensual de un millón de pesos y era duramente cuestionada por las ONG de protección animal.
Es que en los últimos años el Zoo tuvo varias víctimas: la jirafita Esperanza murió a los pocos días de nacer y se sumó a la lista que integraba su hermana Lara, el oso polar Winner y los dos lobos marinos fallecidos el año pasado. El cuadro se completó con la muerte de una mara (una liebre patagónica) que se escapó del predio y fue atropellada por un colectivo en avenida Santa Fe.
A partir de febrero los animales serán trasladados a un nuevo hábitat para el que deberán hacer un proceso de adaptación, pero la gran cantidad de especies torna complejo el tema.
Según información del propio zoológico, allí conviven 2.500 ejemplares de 350 especies, en un predio de 18 hectáreas.
Además, el zoológico cuenta con 52 edificios –algunos de 1875- que derivaron en que fuera declarado como Monumento Histórico Nacional, lo cual impide que el parque sufra modificaciones profundas en su infraestructura.
En el Zoo trabajan unas 220 personas y sólo 30 de ellas son cuidadores, aunque 150 están en contacto con los animales.
En octubre del año pasado se hizo una presentación ante el Gobierno porteño para solicitar la intervención, con el objetivo de "preservar la seguridad laboral de los empleados, el patrimonio arquitectónico, el arbolado, los animales, el conjunto edilicio paisajístico-ambiental y artístico-ornamental".
En diciembre, distintas ONGs proteccionistas organizaron un abrazo simbólico al zoológico reclamando por el estado de los animales.
"Lo peor que se puede hacer es cerrar un zoológico en forma inmediata; debe desarrollarse un proceso con objetivos a corto, mediano y largo plazo", advirtió el legislador porteño Adrián Camps y explicó que "por eso planteamos transformarlo en un Jardín Ecológico".
"Hay muchas cuestiones a tener en cuenta, actualmente, trabajan allí unas 200 personas que también deben ser partícipes del nuevo proyecto. Por otro lado, es imprescindible y necesario dar al predio nuevas funciones, relacionadas con el rescate y reinserción de fauna, la investigación y la educación. Los edificios, son patrimonio arquitectónico protegido por ley y deben ser restaurados. Tenemos también un importantísimo valor paisajístico", indicó Camps.
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